EL TRABAJO DETRÁS DE LA PRODUCCIÓN MUSICAL

La producción musical es todo un proceso, al cual nos  atrevemos a sintetizar en un solo concepto: Arte. Son horas y horas de edición y postproducción. 

A continuación te contamos las características de todo el proceso de producción:

  • Preproducción: Esta fase tiene un carácter totalmente artístico. Es cuando se decide qué temas compondrán la producción, los arreglos musicales y que músicos intervendrán en dicho proceso. El productor decide sobre aspectos técnicos y financieros. Durante esta etapa se suelen realizar una serie de grabaciones llamadas maquetas, las cuales no tienen que ser de gran calidad sonora, ni musical y se emplean para determinar todas las pistas que se grabaran durante la fase de producción con el fin de valorar de forma objetivo todos los arreglos musicales que se han empleado. 
  • Producción: Esta etapa determina el 90% de la calidad técnica. Consiste en registrar los diferentes instrumentos musicales y elementos que componen la producción musical. Es vital contar con las instalaciones adecuadas para que la calidad artística no se pierda. Como resultado de esta fase, se obtiene el master de grabación, el cual suele ser de gran tamaño, ya que se compone de todas las pistas de todos los temas que arman la obra musical.
  • Postproducción: Una vez realizada la grabación, comenzamos con la última etapa del proceso. Durante esta fase se llevan a cabo tres procesos fundamentales: las ediciones, la mezcla y la masterización. 

La edición es el primer paso, se llevan a cabo las correcciones en tiempo y tono, limpieza de ruidos, secuenciación de tomas, etc. 

El segundo paso es la mezcla, durante este proceso se manipulan las pistas máster de grabación hasta que se obtiene el sonido deseado, lo que más importa en este punto lo más importante es el sonido de cada tema de los que se compone la producción de forma independiente. 

Y por último viene el proceso de masterización, la cual tiene como función adecuar el máster de mezcla para su explotación y difusión comercial, por lo que se modifican las pistas intentando conseguir que el sonido de la producción tenga un sonido aceptable en cualquier equipo de reproducción. Esto incluye también el montaje final de la producción, definiendo el orden de los temas, la separación entre ellos, etc. 

Ahora que conoces todo esto, seguro también piensas que es todo un arte. El plasmar una obra musical no solo significa llegar al estudio, grabar, editar y listo, hay mucho trabajo detrás de cada pieza. 

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